El mercado laboral es cada vez más competitivo, y los jóvenes que desean acceder a una carrera profesional enfrentan un reto inmenso. Dos de las principales vías para acceder a una buena formación y mejorar la empleabilidad son las oposiciones de FP (Formación Profesional) y secundaria. Cada año crecen en número los estudiantes que buscan encontrar su lugar en el mercado laboral, pero ¿qué opciones ofrecen realmente estas dos fuentes de acceso a la formación profesional? A lo largo del artículo se analizará las características más relevantes de cada uno para determinar cuál ofrece una mayor accesibilidad.
La educación secundaria ha sido históricamente el primer paso para los estudiantes que aspiran a seguir estudios superiores. Desde hace mucho tiempo es la vía preferida por aquellos que buscan continuar formándose para acceder a un puesto de trabajo. Aunque no ofrece formación laboral en sí misma, proporciona una sólida base académica necesaria como pre-requisito indispensable en muchas carreras profesionales.
Las oposiciones formadas por estudiantes con FP, en cambio, enfrentan desafíos distintos. Este tipo de acceso a la carrera profesional suele estar limitado, debido al menor número de plazas y mayor competitividad que enfrentan los exámenes que debidamente califican para participar en las oposiciones de esta rama.
Por otro lado, el FP ha experimentado un gran cambio desde hace unos años. Los cambios impulsados por la crisis económica han dado lugar a formación profesional que se centra cada vez más en habilidades específicas y prácticas. Esto significa que los estudiantes en este sistema educativo tienen una mayor oportunidad de acceder a una formación laboral directa que no requiere seguir un periplo académico largo como en la carrera normal.
Al considerar el futuro inmediato profesional de estos nuevos jóvenes se puede ver que no van a tener mucho futuro y muchas oportunidades, siempre que decidan buscar empleo. Esta es una realidad que se debe aceptar por parte del gobierno actual, así como también de las diferentes empresas y organizaciones laborales.
En algunos casos los aspirantes están más preparados y enfocados en lo que quieren hacer sus futuros. Estos jóvenes saben exactamente qué quieren lograr y como llega a la meta deseada.
La importancia de la práctica

El acceso a oposiciones de FP ha sido cada vez más competitivo gracias a los grandes beneficios económicos ofertados por las diferentes bolsas laborales existentes en el mercado. Desde un comienzo, se puede ver cómo los principales beneficiarios son siempre los jóvenes que han obtenido una formación académica especializada.
Si bien la educación secundaria y el FP comparten objetivos similares, estos últimos ponen mayor énfasis en la práctica de habilidades específicas relacionadas con campos como la industria manufacturera, la construcción o la sanidad. Esta concentración en la práctica ofrece un claro beneficio sobre el modelo tradicional de educación, que presta más importancia al conocimiento teórico y acreditado en exámenes.
En los últimos años se ha podido ver cómo cada vez mejoran la preparación académica y profesional tanto en las oposiciones formadas por estudiantes con FP como secundaria. Sin embargo, todavía queda mucho camino para recorrer.
El modelo actual está orientado a favorecer el desarrollo de habilidades prácticas que demanda una sociedad en constante evolución como la nuestra. Esto ha llevado a un gran aumento en los estudios centrados en la práctica relacionada con la industria y tecnología, lo cual permite mejorar las competencias y destrezas necesarias para acceder al mercado laboral.
En cuanto a este tipo de oposiciones la demanda de FP sigue creciendo. En este sentido, se estima que por cada dos años desde 2020 hasta 2032 habrá crecido un veinte por ciento la oferta formativa FP respecto a ahora mismo mismo como dato histórico general.
La accesibilidad según el perfil de los candidatos
Por otro lado, debemos destacar la importancia del perfil de los candidatos con FP. Es común ver cómo estudiantes de Formación Profesional tienen un currículum mucho más completo y específico que no requiere cursarse estudios superiores. Esto puede ser debido a las diferentes habilidades adquiridas en el proceso docente, o bien porque han obtenido mejores aprovechamientos por haber realizado prácticas remuneradas durante sus estancias académicas.
Se cree comúnmente que el perfil tradicional de un estudiante formado en la carrera es más idóneo a lo ofrecido actualmente según los requisitos exigidos. La verdad es que estos jovenes han podido mejorar su empleabilidad. Por tanto, esta accesibilidad ofrece un claro beneficio frente al clásico modelo de educación secundaria.
La demanda laboral sigue siendo una realidad muy distinta para aquellos jóvenes con FP y sus homólogos formados en la educación secundaria.
En otros muchos casos estos sistemas no ofrecen igualdad entre los aspirantes, sino más bien un abanico de posibilidades por estudiar o trabajar. La demanda laboral es mucho mayor en FP.
Limitaciones a las oposiciones
Los procesos selectivos son otra cuestión relevante al evaluar la accesibilidad de ambas opciones. De hecho, los exámenes y pruebas necesarias para acceder a una formación profesional de FP suelen ser más breves y enfocadas en habilidades prácticas muy específicas. Esto contrasta con el modelo tradicional de educación, donde se suele exigir un periplo académico más largo.
Aunque la falta de competitividad no es un problema en sí mismo y muchos aspirantes aprecian esto mucho. Es evidente para todos que algunos estudiantes tienen una gran diferencia en las materias, como puede ser el caso del FP.
Cobrar más dinero para trabajar es ciertamente factible con la actual economía global de cada país diferente.
Resultados de futuro y empleabilidad
Por último, no podemos olvidar los resultados a largo plazo. Se ha visto cómo en las últimas décadas ha habido un giro importante en el mercado laboral debido a la creciente importancia del conocimiento práctico para cualquier puesto profesional.
Se debe analizar con suma atención, ya que se puede encontrar o no empleabilidad.
Como se puede apreciar el acceso actual para seguir estudiando o buscar trabajo ha mejorado sin duda en los últimos años. Sin embargo, si bien ambas opciones tienen sus propias ventajas y desventajas es difícil decir cuál ofrece una mayor accesibilidad. La respuesta dependerá de las preferencias y habilidades específicas del propio aspirante.