Me sentí estafado y defraudado cuando recibí la noticia de que mi examen se había visto afectado por un error técnico, lo que me obligaba a trabajar durante días para recuperar su material, en realidad no era culpa mía esta situación. Siempre he esforzado por tener una buena actitud ante los desafíos que conlleva estudiar, pero resultó ser un momento complicado e inesperado.
En estos momentos, puede parecer como si todo el tiempo invertido en preparar el examen se hubiera desperdiciado. Estoy pasando por la fase de aceptación, de tratar de entender cómo esto ha ocurrido y qué podemos hacer al respecto. Es posible que sientas frustración, pero trata de mantenerte enfocado a los pequeños logros alcanzados hasta ahora.
Si estás en este punto, te puedo decir exactamente lo que hice.
Pasos iniciales
Mi primer paso fue comunicarme con la Universidad, al igual que tú, es indispensable saber más de eso antes de tomar una decisión. Aunque era el día del examen había tiempo hasta el final de los exámenes para resolverlo e incluso poder ir por un reembolso porque se trataba de un error en el sistema computacional.
Después de realizar la llamada, obtuve información de que mi caso no era único en esta situación. Al hablar con otras personas, entendí que no estaba solo en este desafío. El segundo paso fue obtener más información sobre la causa del error técnico y qué se estaba haciendo para evitar que esto sucediera nuevamente en el futuro.
Conocer los detalles y saber cómo afectan estas circunstancias a otros estudiante podría ayudarnos a comprender un poquito mejor lo ocurrido.
Acción inmediata
Luego, decidí actuar de manera rápida para minimizar la brecha entre mi capacidad y las expectativas del examen. Recuperé el material disponible y empecé a redactar una relación de los temas cubiertos hasta ese momento en el curso. Es importante recordar que este paso no es sólo un ejercicio, sino una herramienta valiosa para la propia enseñanza.
En mi caso también opté por reunir apuntes y grabaciones de clases anteriores como materiales para mantener y complementar los conocimientos recién adquiridos en estos temas. La ventaja clara para mí fue ver a otros estudiantes que no habían tenido problemas y logran aprobar este examen sin inconvenientes.
Sin embargo, la realidad me llevó a aceptar el reto de prepararme nuevamente: repasar las notas obtenidas, visualizar cada curso en la plataforma digital e iniciar sesión todos los días para mantenerme involucrado con el trabajo académico.
Preguntas y dudas
A medida que avanzaba en mi plan de acción, empecé a tener muchas preguntas. Me surgió la inquietud sobre si sería posible obtener una prórroga con una fecha más cercana o si tendría que seguir adelante con el calendario establecido originalmente.
Para responder a estas dudas, decidí visitar la página donde se encuentran todas las fechas clave para todos los cursos universitarios. Al revisarlo me di cuenta de que en efecto existían opciones para prórroga pero al igual que todo, cada caso es único y debe considerarlo por separado.
Me hizo reflexionar sobre mi capacidad para adaptarme a las variables del curso como también la calidad técnica de los sistemas utilizados. Es cierto que fue decepcionante tener una mala noticia después de meses trabajando solo, pero estoy orgulloso de no me doble en mis manos porque cada obstáculo es en realidad una oportunidad para crecer.
Conclusión
Quiero compartir un consejo final con los lectores que puedan estar pasando por una situación similar: aunque sea difícil y complicado es cierto que tenemos muchas fuerzas internas para superar el obstáculo. Es importante recordar que no somos lo único que pasa por esta experiencia, sino parte de algo mucho más grande y conexo como ser estudiantes universitarios.
Aunque se me cancelara el examen por error nunca abandoné mis esfuerzos de preparación. El rechazo inicial dio paso a un sentimiento de enfado hacia los resultados pero pronto decidí convertir ese dolor en energía positiva.