En cualquier sociedad democrática, existen espacios para la oposición política que permiten equilibrar el poder y promover un proceso saludable de toma de decisiones. La oposición no solo es una herramienta indispensable para controlar las acciones del gobierno en el ejercicio del poder, sino también para facilitar las oportunidades para el bienestar general de la ciudadanía. Por esta razón, las sociedades democráticas funcionales dan prioridad a mantener los márgenes mínimos necesarios para permitir la oposición efectiva.
Fundamentación teórica
Desde una perspectiva teórica se puede argumentar que los márgenes de oposición son los espacios legítimos que existen en un Estado para ejercer la oposición a alguna decisión de autoridad. Esta posición está relacionada tanto con principios políticos como filosóficos, entre los cuales se encuentra el pluralismo en la toma de decisiones. También se encuentran entrelazados con diversos derechos humanos que tienen su fundamento en las declaraciones internacionales de derechos.
A lo largo de la historia se ha demostrado que estas dos variables no se relacionan directamente. Sin embargo, cuando ambas presencias existen, las democracias funcionales tienden a consolidarse más fácilmente dentro del marco legal y garantizado por el sistema policial, así como también en su momento la prensa escrita o los medios de comunicación masiva.
En efecto, los diversos partidos políticos o movimientos que surgiran de esta base podrán establecer alianzas que a lo largo del tiempo se consoliden y crezcan debido al ejercicio continuo del pluralismo democrático. Con el tiempo podrían llegar incluso a constituir en si mismos un gobierno con amplias facultades para tosar decisiones importantes. Sin embargo, también existen otros elementos que facilitan o imposibilitan su desarrollo.
Sin poder descuidar la base económica y social de estos procesos democráticos funcionales. En los días actuales son estos recursos los principales soportes de la toma de decisión política. El bienestar general y la protección en el trabajo o la seguridad pública es ejercida dentro del marco legal que impone al Estado en pro de los derechos de las clases sociales desfavorecidas.
Contextualización histórica
La historia política reciente ha demostrado lo vitales que son estos espacios para facilitar la transición a la democracia. Es por eso que la transición constituye un elemento tan importante en este sentido como también que los partidos políticos sean verdaderos representantes electorales. La lucha contra el totalitarismo o régimen de autoritarismo tiene una relación directa con esta posición.
Para ejemplificar lo planteado anteriormente, se puede citar el caso latinoamericano durante la transición democrática hacia la democracia en el siglo XX. Fue por esa época cuando nacieron y comenzaron a florecer los distintos movimientos políticos que hoy conforman las sociedades demócráticas de diferentes países como Chile, Argentina o Brasil.
De igual forma resulta fundamental tener presente lo dicho anteriormente en relación con el ejercicio de pluralidad democrática. Por tanto, se puede afirmar que en la mayoría de sociedades democratizadas surgen movimientos políticos alternativos y sus expresiones para representar los intereses de diferentes sectores sociales diversos por las cuales se lucha día a día.
Espacios legales para ejercer oposición
La libertad de asociación es fundamental para lograr establecer una sociedad plenamente democrática. Esto implica que cualquier persona puede darse cita entre otros con los demás, para un fin común sin temor a las represalias por parte del Estado. Esta libertad constituye uno de los soportes más importantes para dar cabida a la oposición dentro de la democracia.
Por otra parte es muy importante el respeto al ejercicio legítimo de este derecho en manos de organizaciones civiles o individuales que quieran ejercer su libertad de asociarse para influir en una decisión por la que se opone. Esta posición implica necesariamente también el respeto a derechos humanos, protección de las personas y derechos de los grupos.
Sin embargo, en algunos países hay un gran deterioro de este derecho como así también de otros valores democráticos debido a que quienes ejercen estos poderes están muy bien conscientes que pueden quedar arrinconados por sectores políticos alternativos o por medio de un ejercicio social muy activo. En estas circunstancias, la libertad es una variable muy difícil de mantener en algún escenario del mundo contemporáneo.
Conclusiones finales
En conclusión resulta evidente que los márgenes para ejercer la oposición son fundamentales dentro de las sociedades demócráticas. La salud del proceso democrático se ve significativamente deteriorada sin estos elementos esenciales que permiten al ciudadano participar o expresarse de manera plena y efectiva en el sentido de controlar el poder, a través de los partidos políticos.
Para este escenario se requiere no solo mantener la libertad de asociación y colectiva, sino también otros derechos que garantizan la protección de personas u organizaciones que ejercen esta postura.