Un hombre cansado y frustrado se sienta en la mesa de la cocina con los brazos apoyados

Qué pasó con mías tras cuatro intentos con oposiciones

He vivido una experiencia desgarradora en las oposiciones, habiendo presentado mi candidatura cuatro veces, lo que me ha llevado a sentir profundas mezclas de emociones: la frustración de no haber sido seleccionado anteriormente, una profunda sensación de motivación para superar cada vez más los obstáculos y conseguir mi objetivo. Cada intento me ha hecho reflexionar sobre el esfuerzo y dedicación que requiere enfrentarse a un proceso tan exigente como son las oposiciones, donde la práctica constante y la buena planificación del tiempo resultan fundamentales. A pesar de los reveses sufridos en mis anteriores presentaciones, mi determinación por alcanzar la meta sigue bien firme.

Además, cada intento ha sido una oportunidad para aprender y mejorar, ya que no se puede hacer lo mismo siempre y esperar obtener resultados diferentes. Es necesario hacer ajustes significativos en nuestra estrategia y dejar de lado nuestro orgullo como algo innecesario. Además, la constante mejora es el ingrediente clave que hemos aprendido a implementar cada vez más en este proceso tan agotador.

Pienso que muchas personas pueden sentirse identificadas con mis sentimientos y pensamientos a lo largo de estos intentos fallidos. En mi lugar estoy seguro de que muchos han estado pasando por la misma situación, siendo conscientes también de las dificultades a las que nos enfrentamos, especialmente en un mercado tan competitivo como el actual.

El primer intento

En mi primer intento, sentí una gran expectación y anhelo. La posibilidad de obtener el puesto estaba muy presente en mi mente y no podía evitar sentir cierta mezcla de excitación nerviosa por la inminencia del examen. Sin embargo, pronto me di cuenta que el proceso es mucho más complicado y exigente de lo que imaginaba.

Me enteré rápidamente de que las oposiciones exigen una enorme dedicación y constancia. Es necesario realizar horas de estudio y entrenamiento para poder estar en mejores condiciones ante la competencia. A pesar de todo, pensé en mi primer intento que iba a ser fácil conseguirla, ya que creía tener toda la preparación necesaria. Me decepcionaron enormemente las noticias sobre el resultado.

Recuerdo también vivir un gran sentimiento de frustración al no consiguió superar este examen competitivo. Pero lo que aprendí de mí mismo fue que el esfuerzo inicial fue muy inferior a lo que se necesita, y por fin tuve la oportunidad de mejorar mis estrategias para así obtener unos resultados más aceptables en posteriores intentos.

El esfuerzo necesario

La escena es de un muro y sillas desvencijadas en una habitación antigua y olvidada

En mi segundo intento, comenzó a darse cuenta gradualmente de lo difícil que sería el proceso. Fue entonces cuando noté que la preparación no solo se limita al estudio de teorías y conceptos matemáticos, sino también a un alto grado de motivación, dedicación y constancia.

Empecé a entender que el camino hacia obtener mis aspiraciones es muy larga, no hay atajos fáciles ni métodos mágicos para alcanzarlos. Debemos contar con recursos propios tales como la formación personal. Mi entorno me fue valioso en todos los momentos de la convocatoria, ya que me ayudaron a tener un poco más de tranquilidad y concentración.

Sin embargo, fue en mi tercer intento cuando realmente supe lo que implicaba realizar oposiciones. Pasé por situaciones muy complicadas hasta el punto en que dudaba de si era necesario seguir adelante. Aun así la motivadora se apoderoó de mí una vez más para darle otra oportunidad a esta actividad tan interesante y recompensadora como son estas convocatorias.

Reflexiones posteriores

Hasta mi cuarto intento todavía me quedan unas emocionantes ideas que ya están en mis planes para mejorar. Al ver el avance cada vez mayor de conocimientos, puedo confesar que tuve también una sensación agradecida por haber optado por este camino que no hubiera podido imaginar como tan completo antes.

En los últimos intentos he tenido la oportunidad de conocieron también a personas muy interesantes y preparadas. A pesar de que el momento se vuelve más presionante, la verdad es que son momentos apasionantes, ya que somos conscientes del desafío al que nos enfrentamos.

Además, no voy a olvidar el hecho de ser consciente también de no poder fracasar por última vez. Me di cuenta en ese último intento como tenía mucha más madurez que los cuatro intentos anteriores y como mi actitud hacia mí mismo se había vuelto mucho positiva en comparación con antes.

Los resultados

Finalmente, en mi cuarto intento tuvo la agradable sorpresa de ser seleccionado. Sentí una mezcla de alivio y tristeza por los años que pasé esperando este momento junto a amigos que no pudieron superar el proceso como yo lo logré.

Además, creo saberlo, fue en estas dos oposiciones posteriores donde más dije las palabras “puedo hacerlo”. En ese momento me era inimaginable poder llegar donde he llegado. Estoy pensando que será muy interesante seguir trabajando y mejorando y no es que yo sepa cómo puedo continuar creciendo.

Y aunque haya podido sentir una mezcla de tristeza por ellos, espero que este artículo les sirva como reflexión a otros.

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