El estado de las oposiciones B en España es un tema que ha generado mucha inquietud y curiosidad entre quienes desean formar parte de la administración pública. A lo largo de los años, se han realizado bastantes debates y discusiones sobre el futuro del sistema de selección para esta categoría de funcionarios públicos. Por supuesto, no es algo nuevo en un país con una tradición establecida como España.
Una de las causas importantes que contribuyen a la escasez de oposiciones B es debido al proceso de modernización y ajuste que ha experimentado la administración pública de España en los últimos años. Esta decisión tuvo como objetivo mejorar la eficacia y transparencia del sector, reducir los costes asociados a estas plazas y también dar más importancia a habilidades oportinas ante nuevas necesidades tanto del mercado laboral como del sector público en sí mismo.
Sin embargo, este ajuste en la dotación de puestos ha afectado directamente al acceso a plazas para ciertos cuerpos del Estado. Esto significa que quienes buscan esta vía de acceso al sistema están hoy más alejados de su objetivo, no solo por las limitaciones existentes sino también debido a los cambios operados en la estructura actual.
La reorganización y la modernización se entiende como medidas positivas dentro del ámbito público cuando son acompañadas por esfuerzos tendientes a informar sobre el proceso de selección efectivo mediante plazas vacantes, lo cual resultaría fundamental para todos los interesado. Sin embargo, en este contexto resulta un gran obstáculo debido a la falta de claridad en los procesos.
Este ajuste parece ser algo permanente; no hay grandes cambios esperados o alabados. Se trata evidentemente de una decisión que parte desde las altas instancias del poder.
El Problema De La Dotación De Puestos Fuese Un Motivo Claro

Una posible explicación es que la administración pública, como cualquier organismo gubernamental, debía ajustar sus estructuras para adaptarse a los nuevos tiempos y necesidades de la sociedad.
El número de funcionarios públicos no siempre ha ido en aumento; antes al contrario, existió un recorte significativo durante la crisis. Algunos puestos fueron desaparecidos o transformados en otras categorías o especializaciones con mayores exigencias por parte de los solicitantes y aspirantes.
Se trataba entonces de una medida encaminada a ajustar plantillas públicas para mejorar su eficacia a corto plazo. Esta acción afectó directamente a la creación de nuevas plazas que, en la mayoría de las ocasiones se convierten posteriormente en oposiciones B.
Estos cambios en las necesidades obligaron y obligan aún hoy día en un esfuerzo encaminado no solo evitar redundancias sino también a modernizar, aunque resulte penoso para algunos intereses ya instituidas o tradicionales. Por otro lado, esta política fue defendida por sus partidarios como una forma de fortalecer el sector público y mejorar la gestión de recursos.
Otros Objetivos Estaban En Juego

Entre las principales causas tenemos también la necesidad de reducir costes por parte del Estado debido a la crisis económica, lo cual se tradujo en un menor presupuesto para nuevas contrataciones, lo que limitó aún más el acceso a estos puestos.
Por otro lado, hubo varios planes y proyectos pendientes de ejecución relacionados con la contratación de personal público por este medio. Estos no fueron nunca cancelados; tan solo se retrasaron debido a diversas circunstancias. Aunque ya existen indicaciones más claras sobre lo que va a ocurrir, la inactividad en procesos selectivos ha provocado confusión.
Es importante considerar el impacto de estas decisiones en aquellas personas que buscaban formarse como funcionario público y contribuir al bienestar de su comunidad. Además, también debemos tener en cuenta la necesidad de estabilidad laboral para los actuales empleados públicos, quienes deben sentirse seguros en sus cargos con independencia de las decisiones tomadas a distintas instancias.
Esto no supone una ausencia total del proceso selectivo ya que otros procesos continúan abiertos para la convocatoria. Lo importante aquí es tener conocimiento constante y estar al corriente de cada movimiento por parte del poder legislativo y los distintos órganos públicos en estos días inciertos.
Hasta tanto no exista un futuro claro, resultará indispensable continuar con esta política de modernización, adecuando el sector público siempre basándolanos en la situación real del país.
La Demandas De Adaptabilidad Y Agilidad En El Sector Público
En estos días también existe otra demanda cada vez más acentuada, una que pretende adaptarlo a los avances tecnológicos y las necesidades cambiantes del sector público.
Si bien esto ya ha sido un cambio aprobado en la legislación española en estos años recientes alrededor de un futuro más dinámico para el ámbito gubernamental, se puede decir que está aún lejos completamente de haberse finalizado. La realidad nos dicta que siempre debe existir trabajo de mejoras. Esto se puede ver reflejado en la creación de nuevas plazas y la supresión de otras menos importantes o incluso en el traslado a otros grupos y departamentos.
Se espera que esto último no sólo aumenten las posibilidades en lo interno sino que también abran más opciones tanto nuevos como para quienes ya forman parte del mismo. Además, esto puede permitir una mayor transparencia y control sobre los procesos administrativos.
Esto último es una de las grandes ventajas al incorporar estas nuevas tecnologías a la gestión pública. Ello supone un claro aumento en cuanto a eficiencia y, por supuesto, seguridad para todos los partícipes del proceso.
Con el avance progresivo y continuado en la automatización, cada vez más se verán procesos de selección que podrán ser llevados acabo por internet; así lo parece indicar el futuro.
La Situación Actual

En la actualidad, no hay nuevos procesos selectivos programados para acceder a plazas del sistema de la función pública mediante convocatoria, y por tanto, los interesados deben esperar a que se anuncié nuevas convocatorias en el BOE.
Además, es importante señalar que este problema afecta directamente a quien desee integrarse al conjunto de funcionarios públicos españoles. Por lo tanto, resultará un paso más en la búsqueda para acceder al sistema: cada vez estarán frente a menos posibilidades existentes al incorporarse como empleados permanentes.
Aquellos que deseen tomar este camino deberían considerar estas limitaciones y buscar otras opciones, posibilidad que, no obstante, también es compleja. Por ejemplo, la realización de pruebas de acceso o otros procedimientos similares pueden convertirse en un punto de partida valioso para lograr su objetivo con anterioridad.
Sin embargo, a pesar de estas dificultades no se puede perder ni mucho menos negárselo de antemano: la experiencia reciente nos muestra por ahora que estos cambios son el principal motor del futuro; una tendencia difícil si bien atractiva.
Conclusión
Por tanto, aunque este parece ser un camino más complicado para acceder al cuerpo funcionario, también se ve cada vez más claro cómo la situación está cambiando y lo que el futuro de las posibilidades futuras que existirán en estos ámbitos.