Una pared de ladrillo beige desgastada y pintada con grafitis escritos por la mano y rasguñados presenta una imagen de un momento revolucionario

Cuáles fueron los grupos que se opusieron a partidos tradicionales

La historia política de España ha estado marcada por la existencia de partidos tradicionales, como el Partido Liberal y el Partido Conservador, que han dominado la escena política durante gran parte del siglo XIX y principios del XX. Sin embargo, con el tiempo, surgieron nuevos grupos políticos que se opusieron a estos partidos, plantando semillas para un futuro cambiador. En este artículo, exploraremos a los diversos grupos que se opusieron a estos partidos tradicionales y su importancia en la configuración de la política española del siglo XX.

Dentro de esta línea de pensamiento surge el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), un partido cuyos ideales socialistas y democráticos iban en contra de los intereses de las clases aristocráticas y burguesas que se mantenían a lo largo del siglo XIX. El PSOE luchó por la igualdad, el derecho al voto y la reforma agraria; su objetivo era acabar con la explotación de la clase obrera y promover los derechos ciudadanos.

Con un enfoque diferente y más enraizado en las culturas regionales se encontraban los partidos regionalistas. Es así como surge el catalanismo catalán, que buscó recuperar para Catalunya sus libertades perdidas; estos grupos políticos eran los principales impulsores de la demanda de autonomía. A su vez, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se centrabaa en buscar la independencia y derechos para los vascos. Estos movimientos buscan recuperar sus patrimonios naturales.

También destaca otro grupo con visión reformadora. Dentro de esta línea política encontramos al partido Radical Socialista, un movimiento cuyo objetivo era acabar con el clientelismo y la corrupción del régimen político que se había establecido después del Sexenio Democrático en España. Los radicales lucharon por una mayor democratización del sistema político, buscando así promover a la sociedad civil e individualismo.

Finalmente otro de los grupos opositores fue el movimiento republicano. Desde sus orígenes, este movimiento ha cuestionado la legitimidad de la monarquía en España y demandó reformas políticas para un sistema más democrático así como igualitario; estos movimientos surgieron después durante los primeros años del siglo XIX.

El socialismo frente a los partidos tradicionales

Desde fines del siglo XIX el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganó espacio entre el electorado español. A partir de 1891, año en que fue fundado el PSOE en España se empezaron a organizar comités locales. Al hacerlo no solo lograron su expansión territorial dentro del país, creando una red sólida para sus objetivos colectivamente definidos. Estas bases lo llevaron a estar presente y actuar en la política activamente.

El PSOE no fue sin embargo el único de los movimientos surgidos con estos objetivos; existía también otros, como por ejemplo el sindicalismo de la UGT (Unión General de Trabajadores) y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). La lucha por el derecho a vanguardia y derechos adquirió un carácter mucho más político de lo que había sido antes. En este contexto histórico surge la figura del líder Santiago Alba, quien destacó por su capacidad oratoria y visionaria.

Otras ideologías como el comunismo también emergieron a partir de finales del siglo XIX y principios del XX en España. Dentro de la lógica comunista se sitúa el Partido Comunista de España (PCE), aunque era hasta después de la guerra civil que adquiriría su perfil actual. Durante este mismo periodo, las ideologías republicanas también iban ganando terreno y fuerza sobre todo gracias a su gran base popular en las zonas rurales.

El regionalismo como alternativa

El contexto histórico español desde el fin del Siglo XIX fue el de surgir grupos de carácter regionalista. Fue así que surgieron partidos políticos locales con proyectos propios más allá de las fronte ras tradicionales; entre estos se incluyen el catalanismo catalán y el nacionalismo vasco.

El partido republicano Radical era uno de ellos, creado después en 1893 (su fundador fue Luis Silvela) que se posicionó como un proyecto político con una gran proyección en la vida política española. La situación social del país daba lugar a este tipo de formaciones políticas, al crecimiento de las zonas rurales empobrecidas del país y una clase media emergente que comenzaban a reclamar mayores políticas como más igualdad fiscal o reformas urbanísticas.

Otra de las tendencias políticas del final del siglo XIX fue la presencia del movimiento regionalista español, donde el Partido Nacionalista Vasco (PNV) es otro de los ejemplos que destaca esta característica; surgidos en tiempos iniciales como movimiento sindical. En ese sentido se podría entender su lucha por la independencia.

La crisis del sistema político

La España de 1923, con el Estado de Asturias como una de las zonas más peligrosas debido a sus movimientos socialistas y anarquistas, vivía la crisis. Desde dentro del sistema partidista surgieron los grupos reformadores, que criticaban el sistema parlamentario establecido en España; estos partidos reformistas lucharon por una democratización de la vida interior española.

Un de esos movimientos fue el partido republicano y demócrata, liderado entre otros por Nicolás Salmerón y Salvador Seguí. Ello se evidenció con su manifestación masiva en Barcelona solicitando cambios que llegaban hasta abolir la Monarquía española en un país como Cataluña.

Con la instauración de la dictadura de Primo de Rivera se desbarató cualquier actividad política de los partidos y surgieron movimientos subterráneos. Con ello el regionalismo vasco adquirió más fuerza llegando al punto de ser un auténtico nacionalismo vasco.

La oposición continua

Con la entrada en las nuevas centurias, estos grupos se siguen manteniendo. El PSOE logra recuperar su fuerza y protagonismo político en España a partir años 70 del siglo XX como producto de un contexto social crítico que lo permitió ser parte crucial del movimiento democrático frente a la dictadura franquista.

En este sentido también podemos observar el crecimiento constante y progresivo del nacionalismo vasco y otros grupos dentro de la oposición española. Las manifestaciones en los últimos años han sido un reflejo claro de esta situación. Se ha intentado sin éxito romper estos partidos regionales con ciertamente una ideología más centralista.

En España existen distintas formas que buscan solucionar y mejorar la estructura del sistema político actual o incluso su descomposición. En este contexto cabe destacar al PSOE, cuyos planteamientos pueden considerarse como las ideas centrales del pensamiento socialdemócrata.

En último caso, existe una opción política cada vez más presente en el escenario político español: este podría ser el partido Podemos que surgió a la luz pública a principios de 2014 y cuya aparición supuso un nuevo esfuerzo para mejorar en su momento un desecho de las estructuras actualmente vigentes del sistema político español.

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