Una mujer mayor estudia para la ley en su escritorio empotrado y en penumbra

Es locura o desafío prestar oposiciones judicial a los 40 años

Prestar oposiciones para acceder a una carrera en el ámbito judicial es un proceso exigente y competido, caracterizado por estar lleno de retos y obstáculos. Para realizar este cometido es necesario dedicarse tiempo completo a estudiar y prepararse para dominar la gran cantidad de contenidos y habilidades necesarias en el campo judicial. Preparación que, en general, puede ser especialmente difícil para quien decide intentarlo a los cuarenta años, ya que enfrentará una desigual competencia con personas mucho más jóvenes, poseedoras de una mayor experiencia académica.

Si nos detenemos un momento a observar la situación, veremos que una gran cantidad de candidatos son reclutados por las aplicaciones en cuanto acaban su educación o están terminando sus estudios. De esta manera, y con la ventaja del tiempo en su favor, los procesos de examen se vuelven cada vez más duros y competidos a lo largo de sus años de estudio.

A la luz de este panorama y teniendo en cuenta que a los cuarenta años los asuntos personales también deben tenerse en consideración, podría ser razonable pensar que es difícil o casi imposible intentar algo tan complicado como las oposiciones a la edad de la mayoría de edad. Es cierto que hacerlo no se puede descartar del todo pero sí debe haber pruebas concluyentes para realizar este proyecto, y eso es lo que tratamos de explorar en este artículo.

La competitividad en el proceso de selección

Una mujer de mediana edad está sentada en una escritorio de madera con un vestido blanco y una camiseta rosa debajo, rodeada por estanterías de libros

La realidad nos dice, como acabo de mencionar en la introducción, que cuando las personas son reclutados por las oposiciones judicial suelen tener entre 20 a 35 años. Por tanto, para realizar esta carrera es preciso dejar una trayectoria laboral y personal por la cual te habrás ido alejando de la oportunidad de poder presentarte en las condiciones ideales cuando los jóvenes reclutas son seleccionados.

Esto significa que se les exige a estos opositores, más de lo habitual. Esto debido a que, además de requerir un alto nivel académico que se debe haber logrado a la edad mencionada, y por lo tanto menos preparado para ello en comparación con los jóvenes reclutas, y al tiempo también deben contar con una experiencia superior en la materia.

Diciendo esto, es importante decir también que tener más años supone también varias ventajas. Una de ellas es que tienes conocimientos adquiridos a lo largo de tu vida profesional trabajando durante estos años por las empresas para así conseguir un mayor número de experiencias. Por otra parte, tendrás una sólida trayectoria académica ya que además de los estudios que realizarás a tu edad, también podrás contar con la experiencia y conocimientos de todo el tiempo de trabajo al servicio laboral.

Los beneficios de tener más edad

Una anciana con una vida laboriosa sostiene un archivo desgastado mientras la luz solar ilumina su rostro y manoseadas manos que reflejan el paso del tiempo

El hecho de ser mayor tiene varios beneficios en este proceso, entre ellos se puede destacar el conocimiento experiencial adquirido durante esta etapa y que ha sido fruto de los largos años de experiencia. Lo cierto es que a lo largo de toda la vida laboral, se han ido adquiriendo un conjunto impresionante de habilidades valiosas para este cometido.

Una habilidad fundamental es tener una visión más matizada sobre el proceso judicial, así como las consecuencias que puedan conllevare una decisión errónea. Por otra parte, y dado los muchos años pasados en la laboral durante todo el tiempo, adquirirás también un profundo conocimiento de las realidades cotidianas de este campo.

Esto se puede sumar al hecho de tener más edad implica ya haberlo probado a la larga y haberse ido conociendo muy bien uno mismo. Una ventaja en esta situación es que ya habrás llegado después de pasar un par de lustros viviendo, y como tal por ello tienes una idea bastante clara de quién eres. Esto permite desarrollar el lado más sensible del ser humano.

Desafíos a enfrentar

Es cierto también que tener más edad no es sinónimo de seguridad total en este camino. Hay varios desafíos que deberás ir superando, entre ellos te menciono el tiempo dedicado al estudio intensivo y los sacrificios necesarios por tu cuenta que debes afrontar en la vida privada.

Te voy contar una anécdota porque lo escuché hace un par de días. Una persona del entorno familiar me dijo que su sobrina, de unos 25 años, había estado estudiando los cuatro últimos semestres de la carrera para entrar en algunas oposiciones y por fin aprobó. Al poco tiempo de superar este importante hito ya tenía una prometida oferta laboral mejor pagada.

Al escuchar estos reacciones emocionadas me dio que pensar. ¿Podría hacer algo similar con las cosas en la vida? ¿Es posible dedicarme a estudiar oposiciones y conseguirlo con bastante premura para tener entonces un futuro más fácil?

Dudas sobre si serán lo suficientemente competitivos

Un hombre de mediana edad se sienta en una antigua mesa de madera con un libro y dos estantes de libros llenos al lado

Se preguntará si un candidato mayor puede ser capaz de lograr esta misión. Los procesos selectores, como los que tenemos ahora en la administración pública son muy competidos y difícilmente podría imaginarse que las únicas posibilidades de selección recaigan sobre personas mayorcitas.

Sacrificios personales

Otra gran desventaja es el largo tiempo dedicado al estudio intensivo para superarlas. Está hablando una situación en la que se requiere total sacrificio personal, incluyendo a los seres queridos.

Te voy contar lo que me ha dejado estafado de verdad después de estar pensando mucho desde aquí: si un joven de diecinueve años puede hacer opositor cuando ya tiene su vida más o menos establecida, ¿por qué no tú?

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