La hora del examen secundaria puede ser un momento muy estresante y desafiante para los estudiantes, pero también es una oportunidad para demostrar su conocimiento y habilidades aprendidas a lo largo de su vida escolar. Para aprovechar al máximo esta experiencia, es fundamental prepararse adecuadamente tanto mental como físicamente.
Prepararse para un examen requerirá cierto tiempo de estudio dedicado para familiarizarse con el material asignado, así como práctica previa en simulaciones que imiten las condiciones reales del examen. Además, es crucial conservar una actitud relativamente positiva, reducir los momentos de angustia, y manejar bien el estrés para mejorar significativamente el rendimiento académico.
Planificación adecuada

Para maximizar nuestras posibilidades de éxito en el examen, debemos ser conscientes de nuestro horizonte de tiempo para así poder planificar adecuadamente nuestra preparación. Es fundamental determinar cuánto material se nos asignará y establecer un calendario razonable que aborde cada área, respetando las necesidades individuales y los plazos requeridos por la institución educativa.
Es esencial priorizar las dificultades reconocidas previamente de modo que se puedan resolver a fondo en función de ellas en particular. Esto significa identificar puntos más complicados en el material escolar con el objetivo último de dar una explicación clara o revisar los ejemplos relevantes antes del día del examen.
En la planificación, también es crucial evitar la procrastinación y enfocarse progresivamente sobre las dificultades. Mantener una organización consistente para que se garantice que tenemos acceso a todos los materiales necesarios facilitará cualquier aspecto previo al examen tanto si se trata de recuerdos anteriores como la aplicación clara del conocimiento, aplicado en cada materia.
Practica y simulaciones

La práctica previa y las simulaciones son instrumentos extremadamente valiosos para mejorar nuestro desempeño en el examen. Al realizar pruebas reales o similares al momento de sentarse a realizar la prueba, no será posible sorprendernos cuando llegue el día del examen.
A menudo se recomienda escribir los exámenes sin tiempo límite, algo que parece irracional pero es muy eficiente. Algunos estudiantes tienden a acelerar y dejar todo preparado para la última hora, mientras otros prefieren organizar sus respuestas en el medio del examen. Para ser más específico y preciso es importante tener una copia previamente del material.
Para obtener mejores calificaciones en exámenes y pruebas, además de estudiar por periodos largos en su día libre, también se puede practicar escribiendo algunos temas mientras uno está despierto. Esto no requiere que los ejercicios escritos sean extensos o complicados; al leer el material con la ayuda de notas puede ser suficiente.
Alimentación y sueño equilibrado

Una alimentación saludable, junto a una rutina regular de sueño, es crucial para mantenerse enfocado y mentalmente fresco durante este tipo de actividades como las que se realizarán cuando se regrese a casa. La falta de nutrientes nutricionales puede influir negativamente en nuestro desempeño, mientras un sueño adecuado no solo proporciona la energía necesaria sino también estimula la producción del cuerpo del sistema inmune.
La alimentación antes y después del examen es extremadamente importante para mantenernos enfocados. Los alimentos que ayudan a nuestra memoria mejor funcionar son pescado, frutos secos, verduras al vapor, pan integral y cereales integrales, mientras también podemos elegir fuentes de proteínas como pollo y aguacate.
También resulta fundamental un buen horario para relajarse física y mentalmente antes del examen. Un ritmo acelerado produce una elevación en la tensión arterial y puede dañar nuestra salud. Cualquiera que sea más grande de 7’8″ requiere al menos 10 horas de sueño ancho para desempeñarse optimistamente, pero las personas menores tienen dificultades a dormir.
Estrategias para manejar el estrés
La hora del examen puede generarte un gran estres, emociones como la ansiedad antes y durante del día, al llegar es una preocupación constante. Estas son varias razones donde podemos acudir para relajamos después del estudio: bañarse en la heladera, dar un paseo, escuchar música, llorar contigo de alguna manera.
Dar una caminata o trotar puede servirnos muy bien, porque se pueden correr las hormonas causadas por miedo. En lo que concierne a la relajación y a la concentración es mejor ir al clínicas más cercana para recibir terapias con alguien capacitado como algún psicólogo, ya sea a través de sesiones o también tratándolo de manera natural, siempre recuerda no hacer muchas cosas al día.
No pasa el tiempo en momentos donde no debería pasarla. Además de realizar alguna actitud física para despejarte, la lectura y escribir algo que te interese también puede ayudar bastante a sentirte bien o mejorar tu estado anímico en momentos de estres.
Mantener una actitud positiva

En algunos casos el estrés se ha convertido en un factor importante al tener el miedo por rendir, para esto es vital pensar y aceptarlo como consecuencia normal si no lo sabes. Una vez que abarcamos o comprendamos bien este tema, también podemos visualizar cómo debemos proceder al momento de recibirlo. Para sentir una confianza necesitaríamos seguir esta serie de pasos: aprender de los errores pasados, identificar y aceptar nuestros temores, reconocer que todos tenemos miedo pero que es normal al enfrentarnos a nuestra realidad, y por último podemos visualizar cómo debemos proceder.
Conclusión

Finalmente queremos destacar la importancia del estado mental en el cual nos encontramos antes de tomar el examen. Es fundamental no solo saber muy bien los contenidos o materias que se preguntarán sino también tener presente que todos los aspectos relacionados con las pautas para acostumbrarse y adaptarse a esta realidad es crucial.
Si tienes una actitud negativa, puedes dejar de desarrollarte al mismo tiempo que si no la haces bien como querrías en un futuro. Por último, esto es una oportunidad, sin importar lo que pases, siempre habrá nuevos retos tanto académicos y profesionales; lo más importante es tener una actitud mental positiva para enfrentarme así a cualquier desafío.
En fin es vital aprender a hacerle frente de manera adecuada a nuestras miedos, creando un ambiente sano donde pueda ir desarrollándome.