Al momento de plantearnos participar en una exposición, nos encontramos en una situación que requiere dedicación y trabajo para dar el mejor primer impacto posible. Hay muy pocas cosas que pueden definir esta experiencia tan decisiva como una poderosa y emocionante exposición. No obstante, es crucial trabajar para presentarnos de la manera más efectiva.
En este sentido, la clave importante en cuanto a impresiona a otros pasa por preparar bien los temas relevantes del tema que se va a tratar. Esto le permitirá ofrecer un mensaje interesante y relevante, lo que contribuye enormemente a generar fascinación entre sus oyentes.
Además de conocer el tema sobre el que vamos a hablar e informarnos de los avances actuales en él, es importante estructurar bien la exposición misma para presentarla de manera clara y organizada, así como también poder mantener la atención de la audiencia durante todo el tiempo con gráficos, imágenes e incluso una participación constante del público. Por este motivo se debe considerar que hacer un buen discurso en una exposición le permite al orador dejar sus marcas indelebles tanto antes, como después de esta reunión tan importante.
En última instancia, también es necesario realizar la oratoria necesaria con el fin de transmitir seguridad y confianza a través del lenguaje corporal y la entonación para no perdernos en nuestro mensaje. En efecto, cada movimiento que hacemos delante del micrófono va a afectar directamente a los asistentes.
Por todo esto nos encontramos con que hay una gran serie de estrategias y técnicas que nos permiten dar un primer impacto magnífico. Ahora vamos a revisitar algunos consejos importantes sobre cómo impresionar en la exposición durante tu discurso.
Conocer bien el tema
Es ineludible conocer bastante la temática del discurso, puesto que lo es fundamental para poder estructurarlo y presentarlo de manera eficaz. Por eso, esta debería ser una parte muy importante a respetar en la exposición.
La atención del auditorio comenzará cuando se perciban de inmediato los conocimientos relevantes sobre el hecho expuesto por nuestro orador. Eso es lo que va a llevarnos a tener más fácilmente al público, ya que podrán identificar los puntos de interés en la exposición.
Un segundo beneficio obtenido con la planificación efectiva del discurso pasa por mantener la seguridad y confianza de nosotros mismos como oradores durante todo el tiempo. Si estamos completamente seguro del tema que vamos a tratar e incluso podemos anticipar cómo podrían responder otros después de nuestra presentación, esto nos va a ayudar en gran medida a evitar nerviosismo o vacilaciones antes de hablar.
Finalmente, también es importante señalar la importancia que tiene la organización y claridad dentro del contenido. Esto será aún más útil cuando se tenga un contenido de calidad y fácil de entender que permitirá dar seguridad al auditorio a lo largo de la exposición.
Por esta razón nos resultará prácticamente imposible impresionar en una experiencia como esta sin haber sido rigurosos durante nuestro tiempo antes de comenzar.
La estrategia visual

Es importante destacar que, dado el impacto emocional tanto para nuestro público como para nosotros mismos, se necesita de un soporte visual poderoso desde el inicio de la exposición. Por ejemplo si lo vamos a transmitir mediante una presentación en ppt o cualquier otra herramienta, debemos organizar nuestros elementos multimedia de manera clara y ordenada.
Uno de los mejores medios con los que podemos contar para impresionar son las ilustraciones. De esta forma podremos utilizar imágenes para respaldar la exposición, ilustrando cada punto clave en nuestro discurso de forma concisa. No solo atraen nuestra atención a través del aspecto visual sino que hacen que nuestros oyentes se involucren más en lo expuesto. Asimismo con las infografías podemos ofrecer un contenido organizado y que nos permita establecer una conexión emotiva, de esta manera conseguimos captar la atención de nuestro auditorio mucho antes.
La interacción visual se convierte en una herramienta poderosa para dejar huella a través del tema que estamos tratando. Por este motivo, no debemos olvidar considerarla dentro de nuestra estrategia desde el inicio.
En primer lugar, los gráficos y diagramas pueden utilizarse como representaciones gráficas visuales adecuadas y proporcionarles un conocimiento sobre cada contenido expuesto por nosotros.
Con la inclusión de vídeos, podemos lograr que nuestros oyentes se involucren a través del desarrollo visual de cada momento, aumentando nuestra habilidad para mantener en todo momento la atención tanto interna como externamente.
En segunda instancia, podemos elegir representar los datos de una manera interesante, para así poder utilizar esta estrategia para ofrecer información relevante que pueda ser entendida por todos a la vez que no se nos escape con nuestras propias exposiciones.
Comunicación activa con el público
Para que un discurso sea efectivo y logre su objetivo principal sin olvidar nunca los beneficios importantes en que estamos, es vital interactuar de manera clara y constante con todo nuestro auditorio antes de ofrecer nuestros argumentos. Esto permitirá generar desde muy pronto una conexión emocional con ellos.
Uno de los primeros elementos a considerar cuando se trata de esta participación con la audiencia pasa por saber aprovechar el lenguaje corporal para interactuar con cada persona. Los movimientos, gestos y una postura decidida en nuestra plataforma son muy importantes. En primer lugar nos resulta indispensable mantener contacto visual constante con todos nuestros oyentes.
Además se nos hará necesario escuchar atentamente sus comentarios e inquietudes. Si bien, los temas sobre el discurso tendrán como objetivo principal proporcionar ayuda, no podemos desconocer que también habrá momentos donde es posible tener dudas. En el caso de esta última situación es preciso no perder la calma y responder con paciencia para evitar generar cualquier tipo de confusión.
Asimismo, la participación en los debates al final será el último medio con el que contribuiremos para mostrar nuestro compromiso con el tema. Al intercambio constante de ideas, le daremos a nuestra exposición un carácter más dinámico y enriquecedor.
Pero no nos quedamos solo en eso; por lo tanto también debemos estar dispuestos a aceptar cada crítica constructiva que podamos recibir sobre nuestro discurso.
En último punto, esto es sin lugar a dudas la mejor manera de hacer un buen uso de esta interacción con nuestra audiencia.